lunes, 30 de noviembre de 2009

Consejos Sobre Prestamos Rápidos y Creditos Express

El sector de los préstamos privados también da cobijo a un amplio número de pequeñas entidades privadas de crédito que se caracterizan por una publicidad agresiva y la rapidez en la tramitación de las peticiones, pero que a cambio cobran una comisión superior a la de las entidades tradicionales.


Estas financieras están especializadas en el segmento de microcréditos, préstamos cuyo importe no supera los 3.000 euros. Con un alto coste de financiación, su interés nominal se sitúa en torno al 20% anual, pudiendo alcanzar incluso un 22’9% y su T.A.E. es de hasta el 24’6%.


La concesión de un cómodo y rápido crédito al consumo puede esconder disparadas condiciones bajo la letra pequeña y, lo que se presenta como la gran oportunidad para hacer frente a un imprevisto, se convierte en un coste mayor de lo que se esperaba. Así, por un crédito de 3.000 euros, con un TAE del 24’6% , al cabo de 12 meses se habrán pagado 415 euros en concepto de intereses.


Así pues, las ventajas que ofrecen los créditos fáciles e inmediatos están más relacionadas con la comodidad, todas las gestiones se hacen por teléfono, que con los beneficios monetarios propiamente dichos.


Derechos del titular de un préstamo personal
  • Antes de que se celebre el contrato, la entidad financiera debe entregarle una oferta vinculante con las condiciones del préstamo, que se deben respetar durante un período mínimo de 10 días hábiles. Así podrá comparar ofertas.
  • Si su préstamo está vinculado a la compra de un producto, y devuelve el producto, el contrato se anula sin ningún coste.
  • Tiene derecho a ser informado del importe de las cuotas periódicas en una tabla de amortización.
  • En préstamos vinculados a compras realizadas en un comercio, puede realizar la operación con la entidad que desee, sin necesidad de contratar la que le sugiera el establecimiento.
  • En caso de aceptar la oferta de la entidad financiera, tiene derecho a examinar la póliza antes de su firma y conviene hacerlo detenidamente, prestando especial atención a las condiciones de tipo de interés, gastos y comisiones, garantías y plazo.


Consejos


  • Antes de solicitar un préstamo, analice su historial personal de crédito. Si sus ingresos económicos han sido irregulares o los números rojos son habituales en su libreta, será más complicado que se lo concedan.
  • Valore objetivamente su capacidad de endeudamiento y sea realista respecto al nivel de consumo que se puede permitir.
  • Establezca un plazo de amortización acorde con sus posibilidades. Tenga en cuenta que, si bien a mayor plazo la cuota mensual a pagar es menor, a la larga se pagan más intereses. A menor plazo ocurre lo contrario.
  • Para afrontar pagos de pequeña consideración, busque otras opciones que tengan intereses más bajos que los aplicados a los préstamos personales.
  • Analice en profundidad la publicidad de las entidades financieras. No se fije sólo en el reclamo publicitario y pida toda la información que necesite. En cualquier caso, sepa que las entidades están obligadas a respetar las condiciones contractuales ofertadas en su publicidad.
  • Compare el mismo producto en varias entidades. La mejor referencia para comparar las distintas ofertas es examinar el T.A.E. del producto, pues expresa el coste real del préstamo (incluye interés nominal, comisiones, seguro...). En todo caso, infórmese sobre las comisiones y gastos a pagar.
  • Cuando estudie varias ofertas no olvide solicitar una simulación que contemple el cuadro de amortización completo del préstamo. Este cuadro le permitirá realizar las comparaciones oportunas.
  • No dude en negociar tanto el tipo de interés como todas y cada una de las comisiones que le trate de repercutir la entidad de crédito.
  • Compruebe que en el contrato constan los siguientes puntos:
    1. La indicación del T.A.E. Si no se incluye, su obligación se reducirá a abonar el interés legal en los plazos convenidos.
    2. Una relación del importe, el número y la periodicidad de las fechas de pago que debe usted realizar para el reembolso del crédito. Si no se especifican, su obligación se reducirá a pagar el precio al contado o el nominal del crédito en los plazos convenidos.
    3. La relación de elementos que componen el coste total del crédito, debiendo expresarse la necesidad de suscribir, en su caso, un seguro de amortización del crédito por fallecimiento, invalidez, enfermedad o desempleo del titular. Si no se hace constar, no le podrán exigir el abono de gastos no citados en el contrato, ni la constitución o renovación de garantía alguna.
  • Solicite -y guarde- una copia del contrato y de todos los recibos o documentos relacionados con el préstamo.
  • Verifique que en los recibos del préstamo se aplican las condiciones pactadas en el contrato, y si tiene cualquier duda o está disconforme con el cargo de una cuota, diríjase a la sucursal para resolver el problema.
  • Las entidades suelen exigir la intervención de fedatario público a la hora de suscribir créditos al consumo y préstamos personales en general, y ello es así al objeto de dotar a dichos contratos de la acción ejecutiva en caso de impago del prestatario. Habitualmente este gasto corre a cuenta del cliente, pero no tiene porque ser así. Negocie quién asume el coste del notario.

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Préstamo pignorado OficinaDirecta Banco Pastor

Adjunto os reproduzco las características que publican de este producto :

"Para hacer realidad sus sueños o atender cualquier gasto imprevisto ya no tiene que renunciar a sus ahorros. Ellos bastan como garantía para conseguir el dinero que necesita, en mejores condiciones que un préstamo normal.


Tipo de interés
Euribor + 1,95
Revisión anual

Comisión de apertura
0%
Gastos de estudio
0%
TAE
3,24%. Calculada en base al último Euribor, publicado en el BOE por el Banco de España en noviembre de 2009 (1,243%)
Plazo
Hasta 10 años
Comisión por amortización anticipada
0%
  Garantía
Pignorando saldos o valores. El importe del préstamo se limita a los siguientes porcentajes sobre el valor de los activos pignorados:
  • 100% del valor de depósitos, fondos garantizados y fondos monetarios.
  • 80% del valor de fondos de renta fija y mixtos.
  • 50% del valor de fondos de renta variable o internacionales y depósito de valores.
Requisitos
Domiciliación de ingresos mensuales y al menos dos recibos de suministros (agua, luz, gas, teléfono...)"


















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Opciones para pedir un préstamo rápido

Saldar el vencimiento de una deuda, comprar una oferta puntual, imprevistos relacionados con la salud y, sobre todo, las vacaciones, son los motivos más comunes para necesitar ‘dinero rápido’. Aunque lo ideal es contar con un capital en el banco para este tipo de situaciones los elevados tipos de interés y el alto endeudamiento de muchas familias dificulta este tipo de acciones preventivas. Además, puede que incluso ahorrando el importe sobrepase nuestra previsión.
La primera opción para muchas personas en este tipo de situación es ‘tirar’ de tarjeta de crédito o pago aplazado. En el fondo es lo más cómodo, ya que dependiendo de la cantidad ni siquiera será necesario contactar con ningún banco o entidad financiera. La oferta es variada, pero hay que tener en cuenta que los intereses pueden rondar el 20% del capital prestado en el peor de los casos, muy por encima de la media de un préstamo personal. Además, puede que de nuevo su límite no alcance la cantidad que necesitamos y eso que en ocasiones supera hasta en dos y tres veces los ingresos mensuales.
La segunda opción más utilizada son los llamados créditos rápidos, a los que también se puede aplicar el calificativo de préstamos fáciles. Su mayor reclamo es que son capaces de dar una respuesta a la solicitud dentro de la misma llamada e ingresar el dinero en menos de 24 horas sin exigir demasiadas explicaciones ni papeleo. A esto hay que añadir unas cuotas mensuales relativamente bajas que los convierten en un producto asequible para la mayoría de consumidores.
Sin embargo, como ocurre con las tarjetas de crédito, hay que tener cuidado con este dinero rápido. Sus intereses pueden alcanzar el 25% TAE, más comisiones de cancelación o amortización total o parcial. Cofidis, Mediatis, Cetelem, Findirect son algunas de las compañías que ofrecen este tipo de prestamos, cuyas cuantías van desde los 750 euros hasta los 30.000 euros, aunque el ‘crédito tipo es más bien de 6.000 a 15.000 euros.
Estas dos opciones son las más rápidas, aunque también las más costosas y por eso siempre es conveniente tomarse por lo menos un día para explorar otros medios de conseguir ese capital. En este sentido una buena alternativa es recurrir a un préstamo de algún familiar o conocido. Dentro de este apartado de ‘allegados’ también es pedir a la empresa un anticipo de la nómina .
También se puede tratar de aplazar el pago aunque no por medio de la tarjeta de crédito (sólo si no cobra intereses) sino del establecimiento (en el caso de que se trate de un producto de consumo o servicio similar).
Por último, siempre se puede recurrir a las entidades financieras más tradicionales en busca de un préstamo personal o de una ampliación de la hipoteca, en caso de tenerla. El problema en estos casos suele ser el tiempo de respuesta (ya no estaríamos hablando de dinero rápido) y las condiciones que imponga, ya no tanto en cuanto intereses sino a las garantías que habremos de aportar. Hay que recordar que en los últimos meses bancos y cajas de ahorro han endurecido sus condiciones de crédito.
Publicado originalmente en Blog dinero experto

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jueves, 26 de noviembre de 2009

Llegan los préstamos rápidos

Se acercan las Navidades y comienza la época de regalos, comidas, etc ... y con ello empiezan a bombardearnos con  un tipo de productos financieros con los que hay que tener cuidado. Se trata de los préstamos rápidos que ofrecen multitud de entidades financieras.

Como su propio nombre indica, su principal ventaja radica que la velocidad con la que se tramiten, sin apenas papeleo, (los hay que en menos de 48 horas) y lo relativamente sencillo que es acceder a los mismos, dado que las condiciones de contratación son mucho menos estrictas que en los grandes bancos.

El importe de este tipo de créditos no suele ser excesivamente elevado y rara vez supera los 6.000 euros, en tanto que el periodo de devolución se puede ajustar hasta 60 meses en la mayoría de los casos. Para facilitar los trámites tampoco suelen incluir ningún tipo de comisión de apertura, lo que los hace especialmente atractivos para personas con problemas financieros o que en un momento dado necesitan una cantidad de dinero no demasiado alta para afrontar un imprevisto o poder darse un capricho. Su gran atractivo pasa por unas cuotas mensuales asequibles, lo que ha disparado su demanda en los últimos años para usos tan dispares como vacaciones o comuniones.

Sin embargo, en estos casos conviene aplicar el refranero popular porque al final ‘nadie da duros a cuatro pesetas’ y estos créditos no son una excepción. El ‘truco’ está en unos intereses que rondan el 20% TAE y pueden ser del 25% en los casos más extremos. A esto hay que sumar posibles comisiones de cancelación o amortización anticipada, como en cualquier otro préstamo personal. Las entidades suelen disfrazas los intereses con unas cuotas relativamente bajas y haciendo hincapié en que el interés mensual apenas alcanza el 2%.

Así, por ejemplo, el crédito Direct Cash de Cofidis, uno de los pioneros en el mercado español, presenta un TAE máximo del 24,51%. Así, quien pida 6.000 euros a pagar en 24 meses abonará terminará abonando 7.560 euros. El Préstamo Mediatis opera de forma similar y para la misma cantidad y plazo ofrece un TAE del 21,56% con cuotas mensuales de 304 euros, por lo que se terminan pagando 7.296 euros. Los intereses crecen de forma alarmante cuanto mayor es el plazo de pago y a 48 meses el total a pagar en Cofidis ya asciende a 9.168 euros. A estas cantidades hay que sumar en muchos casos los seguros de protección de amortización que tiene como objetivo proteger al banco en caso de cualquier eventualidad.

La primera recomendación para evitar sorpresas es leer bien la letra pequeña de este tipo de préstamos fáciles y ante cualquier duda pararse a meditar. En este sentido conviene dejar de lado el coste mensual del crédito y fijarse en la cuantía total, que es lo que nos servirá para hacernos una idea de lo que realmente pagamos en concepto de intereses. Es decir, fíjese en el tipo de interés nominal y en el TAE anual. Como a la hora de firmar cualquier préstamo, también conviene acudir en primer lugar a nuestra entidad habitual y barajar diferentes ofertas de otras entidades. En este sentido es muy importante no dejarse llevar por las agresivas campañas de publicidad que siempre rodean a los créditos rápidos ni por el ‘calentón’ del momento, algo contra lo que alertan distintas asociaciones de consumidores.

En líneas generales hay que tener cuidado con este tipo de préstamos rápidos. Debemos tomarlos como una de las últimas opciones, ya que pueden terminar generando un problema de impago a largo plazo. Como alternativas en caso de necesidad se puede estudiar la ampliación del plazo o del importe hipotecario (siempre que sea posible), o la reunificacion prestamos, por poner dos ejemplos.